martes, 20 de septiembre de 2011

Cuidado con la mordaza




Hace unos días la Dirección General de Tránsito de Costa Rica emitió una directriz en la cual prohibió a sus inspectores publicar críticas contra en la institución en la red social Facebook. Esta medida es similar a otros casos en los cuales,  las personas han sufrido repercusiones negativas a raíz de lo publicado en este tipo de espacios. 
A mi juicio el hilo conductor en estos casos es el ejercicio de la libertad de expresión en los nuevos medios  y el mal uso de la “identidad digital”.
Cuando la dependencia estatal emitió la directriz de prohibir a sus funcionarios publicar críticas o comentarios negativos en dicha red incurrió en una violación de la libertad de expresión.  Es igual que les dijera que no pueden hablar en un salón con otras personas, o en cualquier otro medio de comunicación. Me llama la atención que hacen énfasis en prohibir comentarios negativos por considerarlos irrespetuosos, ¿esperan que sus trabajadores únicamente expresen cosas buenos de ellos? ¿será que eso también está  prohibido?
Si es así, que ingenuos.

Cualquier dependencia está en derecho de regular el uso de los símbolos institucionales, mediante una política de comunicación, clara y precisa, adonde se definan las formas y lugares donde se pueden utilizar dichos símbolos, pero eso es muy diferente a la directriz que emitieron, en la cual pretenden amordazar a sus trabajadores. 
Por supuesto que la libertad de expresión también tiene límites, no está bien, ofender, injuriar o intentar dañar a personas u organizaciones através de las redes sociales. Dicho de otra manera, no puede estar uno repartiendo hijueputazos en el Facebook o en el Twitter, sin esperar una reacción de parte de los otros, pues aunque se trata de espacios virtuales, cada vez es más reconocida la validez e importancia de lo que sucede en ellos.
Es erróneo pensar que las redes sociales son espacios exclusivos para decir tonterías. Es claro que son mecanismos democráticos que sirven, entre otras, para ejercer control sobre la labor del estado y sus funcionarios, exigir claridad,  realizar presión social.  
El ejercicio responsable de la libertad de expresión en las redes sociales, blogs, y otros es vital, máxime cuando la brecha entre “identidad digital” e “identidad real” se cierra, desaparece de forma tácita, tal como está sucediendo. Lo usual es que las personas tengan un perfil asociado a su nombre real, con fotografías de experiencias reales, y comentarios realizados por ellas. En esos caso  el divorcio entre la identidad real y la digital, no existe. 


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