
Hace unos días la Dirección General de Tránsito de Costa Rica emitió una directriz en la cual prohibió a sus inspectores publicar críticas
contra en la institución en la red social Facebook. Esta medida es similar a otros
casos en los cuales, las personas han
sufrido repercusiones negativas a raíz de lo publicado en este tipo de espacios.
A mi juicio el hilo conductor en estos casos es el ejercicio de
la libertad de expresión en los nuevos medios y el mal uso de la “identidad digital”.
Cuando la dependencia estatal emitió la directriz de
prohibir a sus funcionarios publicar críticas o comentarios negativos en dicha red
incurrió en una violación de la libertad de expresión. Es igual que les dijera que no pueden hablar
en un salón con otras personas, o en cualquier otro medio de comunicación. Me
llama la atención que hacen énfasis en prohibir comentarios negativos por
considerarlos irrespetuosos, ¿esperan que sus trabajadores únicamente expresen
cosas buenos de ellos? ¿será que eso también está prohibido?
Si es así, que ingenuos.

Cualquier dependencia está en derecho de
regular el uso de los símbolos institucionales, mediante una política de
comunicación, clara y precisa, adonde se definan las formas y lugares donde se pueden
utilizar dichos símbolos, pero eso es muy diferente a la directriz que
emitieron, en la cual pretenden amordazar a sus trabajadores.
Por supuesto que la libertad de expresión
también tiene límites, no está bien, ofender, injuriar o intentar dañar a
personas u organizaciones através de las redes sociales. Dicho de otra manera,
no puede estar uno repartiendo hijueputazos en el Facebook o en el Twitter, sin
esperar una reacción de parte de los otros, pues aunque se trata de espacios
virtuales, cada vez es más reconocida la validez e importancia de lo que sucede
en ellos.
Es erróneo pensar que las redes sociales son espacios
exclusivos para decir tonterías. Es claro que son mecanismos democráticos que
sirven, entre otras, para ejercer control sobre la labor del estado y sus
funcionarios, exigir claridad, realizar
presión social.
El ejercicio responsable de la libertad de expresión
en las redes sociales, blogs, y otros es vital, máxime cuando la brecha entre “identidad
digital” e “identidad real” se cierra, desaparece de forma tácita, tal como
está sucediendo. Lo usual es que las personas tengan un perfil asociado a su
nombre real, con fotografías de experiencias reales, y comentarios realizados
por ellas. En esos caso el divorcio
entre la identidad real y la digital, no existe.
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