domingo, 6 de noviembre de 2011

El reto: sumar valor a la información


En el 1972,  Marshall McLuhan y Barrington Nevitt, acuñaron el término prosumidor –en inglés, prosumer–, un acrónimo que procede de la fusión de dos palabras: producer (productor) y consumer (consumidor), previendo que  en el futuro, la tecnología  permitiría al consumidor asumir simultáneamente los roles de productor y consumidor de contenidos.

Hoy  esta es la realidad que  vivimos, casi cualquier persona puede crear información (un  teléfono con cámara es  suficiente para hacerlo)  y publicarla  en  Internet, utilizando cualquiera de los  recursos que ofrece   para este fin, por ejemplo una red social o un blog.

En muchos casos esta información tienen  valor periodístico, ya sea  porque  se trata de primicias, de denuncias, o  porque es información que burla los cercos informativos impuestos por algunos regímenes políticos, entre otros. 

Por ejemplo, en la guerra de Irak, uno de los soldados  estadounidenses fue uno de los primeros blogueros   que comenzó a reportar de manera independiente lo que sucedía en Bagdad durante los bombardeos por parte del ejército estadounidense.

Algunos investigadores, han  determinado que el “matrimonio”,  entre la  Internet y  el periodismo han pasado por tres  etapas:  

Periodismo 1.0:  Es el que traspasa contenido tradicional de medios analógicos al ciberespacio, como  lo hicieron los medios tradicionales, cuando comenzaron a crear sitios web.
Periodismo 2.0: es la creación de contenido para la red, por ejemplo los medios cuentan con dos ediciones diferenciadas, la tradicional y la digital.   
Periodismo 3.0: socializa ese contenido y a los propios medios.  En esta  etapa, los medios crean facilidades para que la comunidad que los sigue pueda  aportar y socializar el contenido.

Dado el estado actual de la tecnología, se puede decir que estamos en  el  Periodismo 3.0, las personas generan su propio contenido  y lo publican, en la web. A esto también se le ha denominado Periodismo Participativo. 

Pero  hay  quienes se han sentido amenazados por esto.  La venerable profesión del periodismo se encuentra en un raro momento de la historia donde, por primera vez, su hegemonía como guardián de las noticias es amenazada no solo por la tecnología y los nuevos competidores, sino, potencialmente, por la audiencia a la que sirve. Armada con herramientas de edición Web fáciles de usar, conexiones permanentes y dispositivos móviles cada vez más potentes, la audiencia en línea tiene los medios para llegar a ser un activo participante en la creación y diseminación de noticias e información”, tomada del libro,  Nosotros, el medio (Bowman,Willis, 2005, p 7).

Ahora bien, teniendo esto en mente,  realicé un sondeo a tres periodistas, de medios que  hacen  un uso intensivo de las nuevas tecnologías. Se trata de Esteban Mata, quien labora en el diario  La Nación,  Juan Miguel   Tirado, de la Revista IT NOW y Roberto  Acuña, también de La Nación (edición digital).

Para  Mata, esta facilidad para crear contenido exige al periodista  nuevos retos; adaptarse a las nuevas tecnologías y lidiar con el  flujo desmedido e inmanejable de información,  para darle a  esa información un adecuado tratamiento,  acorde  con los parámetros éticos y de calidad.   “El periodismo, para sobrevivir, debe diferenciarse en el tratamiento profesional de la información. De lo contrario, se daría un caos, un exceso de datos y acceso sin un responsable que firme y compruebe la información que circula. Ese, a futuro, será el reto para que el periodismo se distinga en un rango profesional y para que a su vez, el periodista sea respetado como profesional”.

Adaptarse, clave de sobrevivencia.

Según el periodista Tirado, quien se desempeña como editor de la Revista IT NOW, las nuevas tecnologías crean oportunidades en cuanto al acceso a la información, desde motores de búsqueda especializados, interpretación de datos crudos, y otra serie de ventajas que antes se traducían en interminables horas hombre. “Esto en cierta medida nos ha facilitado la vida, pero también nos ha obligado a ser más rigurosos con lo que publicamos y el tratamiento que le damos a la información. Nos va a obligar a convertirnos en reales curadores de la información, porque copiar y pegar datos en una red social lo hacemos todos, pero qué valor podemos aportar a los usuarios/lectores finales es la pregunta que debemos hacernos”. 


Sin miedo a la tecnología.

De los tres  periodistas, el más joven es Roberto Acuña, quien tiene  un año  trabajando en la edición digital del  periódico La Nación,  a su criterio,  en un medio moderno debe existir un  balance  entre los periodistas de vieja guardia, quienes tienen  profundo manejo de dicho oficio, y los periodistas jóvenes, quienes manejan con comodidad  tecnologías variadas, pero que no dominan la profesión tan bien como los otros.
En mi caso lo que me ha  ayudado  es que no siento miedo a usar herramientas tecnológicas, lo  mismo puedo escribir un artículo, editar un  video o  subir la edición a la web”.

Tareas tecnológicas de los periodistas: 

Esteba Mata /La Nación

En mi caso, por estar acostumbrado al periodismo escrito, la convergencia me ha obligado a hacer de camarógrafo, locutor y moderador de chats en línea, lo cual sin duda, ha implicado un reto.

Juan Miguel Tirado/ Revista IT NOW

Laboro en un medio que está intrínsecamente ligado con la tecnología, además tiene cobertura regional por lo que las herramientas de colaboración, así como los motores de búsqueda y otras herramientas son los que facilitan el día a día.

Roberto Acuña /La Nación


En mi caso lo que me ha  ayudado  es que no siento miedo a usar herramientas tecnológicas, lo  mismo puedo escribir un artículo, editar un  video o  subir la edición a la web.

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