En el 1972, Marshall McLuhan y Barrington Nevitt, acuñaron el término prosumidor –en
inglés, prosumer–, un acrónimo que procede de la fusión de dos palabras: producer
(productor) y consumer (consumidor), previendo que en el futuro, la tecnología permitiría al consumidor asumir
simultáneamente los roles de productor y consumidor de contenidos.
Hoy esta es la realidad que vivimos, casi cualquier persona puede crear
información (un teléfono con cámara es suficiente para hacerlo) y publicarla
en Internet, utilizando
cualquiera de los recursos que ofrece para
este fin, por ejemplo una red social o un blog.
En muchos casos esta
información tienen valor periodístico,
ya sea porque se trata de primicias, de denuncias, o porque es información que burla los cercos
informativos impuestos por algunos regímenes políticos, entre otros.
Por ejemplo, en la
guerra de Irak, uno de los soldados
estadounidenses fue uno de los primeros blogueros que comenzó a reportar de manera independiente
lo que sucedía en Bagdad durante los bombardeos por parte del ejército
estadounidense.
Algunos
investigadores, han determinado que el
“matrimonio”, entre la Internet y
el periodismo han pasado por tres
etapas:
Periodismo 1.0: Es el que traspasa contenido
tradicional de medios analógicos al ciberespacio, como lo hicieron los medios tradicionales, cuando
comenzaron a crear sitios web.
Periodismo 2.0: es la creación de contenido para la red, por ejemplo los medios cuentan con dos ediciones diferenciadas, la tradicional y la
digital.
Periodismo 3.0: socializa ese contenido y a los propios medios. En esta
etapa, los medios crean facilidades para que la comunidad que los sigue
pueda aportar y socializar el contenido.
Dado el estado actual de la tecnología, se puede decir que estamos en el
Periodismo 3.0, las personas generan su propio contenido y lo publican, en la web. A esto también se
le ha denominado Periodismo Participativo.
Pero hay quienes se han sentido amenazados por esto. “La venerable profesión del periodismo se encuentra en un
raro momento de la historia donde, por primera vez, su hegemonía como guardián
de las noticias es amenazada no solo por la tecnología y los nuevos
competidores, sino, potencialmente, por la audiencia a la que sirve. Armada con
herramientas de edición Web fáciles de usar, conexiones permanentes y
dispositivos móviles cada vez más potentes, la audiencia en línea tiene los
medios para llegar a ser un activo participante en la creación y diseminación
de noticias e información”, tomada del libro,
Nosotros, el medio (Bowman,Willis, 2005, p 7).
Ahora bien, teniendo esto en
mente, realicé un sondeo a tres
periodistas, de medios que hacen un uso intensivo de las nuevas tecnologías.
Se trata de Esteban Mata, quien labora en el diario La Nación,
Juan Miguel Tirado, de la
Revista IT NOW y Roberto Acuña, también
de La Nación (edición digital).
Para Mata, esta facilidad para crear contenido
exige al periodista nuevos retos;
adaptarse a las nuevas tecnologías y lidiar con el flujo desmedido e inmanejable de información, para darle a
esa información un adecuado tratamiento, acorde con los parámetros éticos y de calidad. “El periodismo,
para sobrevivir, debe diferenciarse en el tratamiento profesional de la
información. De lo contrario, se daría un caos, un exceso de datos y acceso sin
un responsable que firme y compruebe la información que circula. Ese, a futuro,
será el reto para que el periodismo se distinga en un rango profesional y para
que a su vez, el periodista sea respetado como profesional”.
Adaptarse, clave de sobrevivencia.
Según el periodista Tirado, quien se desempeña como editor de la Revista IT
NOW, las nuevas tecnologías
crean oportunidades en cuanto al acceso a la información, desde motores de
búsqueda especializados, interpretación de datos crudos, y otra serie de
ventajas que antes se traducían en interminables horas hombre. “Esto en
cierta medida nos ha facilitado la vida, pero también nos ha obligado a ser más
rigurosos con lo que publicamos y el tratamiento que le damos a la información. Nos va a obligar a convertirnos en reales curadores de la
información, porque copiar y pegar datos en una red social lo hacemos todos,
pero qué valor podemos aportar a los usuarios/lectores finales es la pregunta
que debemos hacernos”.
Sin miedo a la tecnología.
De los tres periodistas, el más
joven es Roberto Acuña, quien tiene un
año trabajando en la edición digital
del periódico La Nación, a su criterio, en un medio moderno debe existir un balance
entre los periodistas de vieja guardia, quienes tienen profundo manejo de dicho oficio, y los
periodistas jóvenes, quienes manejan con comodidad tecnologías variadas, pero que no dominan la
profesión tan bien como los otros.
“En mi caso lo que me ha ayudado es que no siento miedo a usar herramientas
tecnológicas, lo mismo puedo escribir un
artículo, editar un video o subir la edición a la web”.
Tareas tecnológicas de los periodistas:
Esteba Mata /La Nación
En mi caso,
por estar acostumbrado al periodismo escrito, la convergencia me ha obligado a
hacer de camarógrafo, locutor y moderador de chats en línea, lo cual sin duda,
ha implicado un reto.
Juan Miguel
Tirado/ Revista IT NOW
Laboro en un
medio que está intrínsecamente ligado con la tecnología, además tiene cobertura
regional por lo que las herramientas de colaboración, así como los motores de
búsqueda y otras herramientas son los que facilitan el día a día.
Roberto Acuña /La Nación
En mi caso lo que me ha ayudado es que no siento miedo a usar herramientas
tecnológicas, lo mismo puedo escribir un
artículo, editar un video o subir la edición a la web.
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