Con los cambios
tecnológicos recientes la información ya no es exclusiva de un
grupo privilegiado, cualquier persona puede producir
información con una computadora, una cámara de video o de
fotografía y publicarla en Internet, a través de una red social o
de algún blog.
El valor social de la
información es hoy mayor que nunca, millones de personas están dispuestas
a crearla y distribuirla, sin ninguna retribución a cambio, al
menos económica.
El impacto de un
colectivo que informa y se manifiesta respecto a un tema, usando los
nuevos soportes digitales, está más que probado, sobre todo con los últimos
acontecimientos políticos y sociales en España y el mundo árabe,
en las cuales los medios sociales han sido clave para organizar
movimientos ciudadanos con incidencia real.
Hasta hace unos años la
competencia más fiera entre los medios periodísticos se daba para obtener la
primicia. Hoy esa competencia está perdida, los medios tradicionales no
pueden competir contra los miles de personas que están en la calle recopilando, procesando
y distribuyendo información.
Algunos medios se han dado
cuenta que si bien pierden la carrera de la primicia, ganan en cuanto a
calidad de la información, pues tienen más recursos para investigar, analizar e interpretar los hechos. Esa es su ventaja
competitiva.
No todas las empresas periodística han visto
en la participación ciudadana una amenaza, sino que el por el
contrario han encontrando una nueva oportunidad para el
medio, estimulando que su audiencia participe en la producción de
noticias. Esto los ha hecho partícipes de
los acontecimientos pues es la misma gente que protagoniza los hechos, la que informa. Un ejemplo de esto: i Report de CNN
Solo los medios periodísticos que puedan adaptar sus procesos de producción y distribución de información a los nuevos hábitos de consumo son los que sobrevivirán en los próximos años, pues todo este nuevo andamiaje tecnológico también ha generado mayor competencia, en todo sentido.
Un ejemplo. Ante la voraz globalización de la información, Le Monde Diplomatique ha detectado la oportunidad de competir con otros medios, publicando historias con contenido internacional, no en vano cuentan con 71 ediciones internacionales, algo similar a lo que ha hecho Elpais.com, lo que ha dado como resultado la aparición de medios digitales globales.
Solo los medios periodísticos que puedan adaptar sus procesos de producción y distribución de información a los nuevos hábitos de consumo son los que sobrevivirán en los próximos años, pues todo este nuevo andamiaje tecnológico también ha generado mayor competencia, en todo sentido.
Un ejemplo. Ante la voraz globalización de la información, Le Monde Diplomatique ha detectado la oportunidad de competir con otros medios, publicando historias con contenido internacional, no en vano cuentan con 71 ediciones internacionales, algo similar a lo que ha hecho Elpais.com, lo que ha dado como resultado la aparición de medios digitales globales.
Lo que está claro. Pero hay que tener algo claro, el soporte de la información cambia,
como lo ha hecho siempre, desde la aparición de los primeros
periódicos en Alemania, alrededor de 1600, hasta la aparición del cine,
la radio, la TV, y ahora Internet, pero los valores que guían al buen periodista no deben
cambiar. El interes por la veracidad, por contar una historia
interesante, por averiguar un hecho deben permanecer. Eso es lo que marca la diferencia.
Muy cierto.
ResponderEliminarHola Lucy
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